4 obras cinematográficas imperdibles y otras tantas relevantes que pinchan o se dejan ver con secuencias en Nochevieja.
A nadie le debe extrañar que una industria con una voracidad tan desinhibida como la del cine, la cual aprovecha cualquier recurso narrativo que se le pone por delante, decida ambientar un buen montón de películas en las fechas señaladas del año. Como, por ejemplo, Nochevieja; en la totalidad del metraje o solo en una secuencia determinada. Sin embargo, del más de un centenar de filmes más o menos conocidos de estas características, no muchos sobresalen de veras. Hay quienes estarían dispuestos a señalar obras como Cabalgata (Frank Lloyd, 1933), triunfante en los Óscar; El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder, 1950), con un solo invitado a la fiestecita de una antigua estrella del celuloide mudo; o El apartamento (Wilder, 1960), que concluye en fin de año con una partida de Gin Rummy.
Del más de un centenar de filmes ambientados en Nochevieja y más o menos conocidos, no muchos sobresalen de verasO Esplendor en la hierba (Elia Kazan, 1961) y su despendole con reprimenda parental incluida; La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968) y sus ancianos vecinos que proponen un brindis por una nueva era demoníaca; Días de radio (Woody Allen, 1987) y todo el grupo familiar alrededor del aparatejo, pendientes de la fiesta que disfrutan otros; Cuando Harry encontró a Sally (Rob Reiner, 1989) y su declaración amorosa; Los amigos de Peter (Kenneth Branagh, 1992) y el reencuentro de los colegas universitarios …