"COBOL es como una cucaracha. No importa cuánto lo intentes, no puedes matarlo. Sigue volviendo una y otra vez. Apareciendo en lugares y aumentando en popularidad en los momentos que menos esperarías. Uno de esos momentos es ahora mismo".
Las anteriores palabras las firmaba el ingeniero de software Tate Galbraith durante lo más crudo del inicio de la pandemia de COVID en 2020. Un momento, sin duda, extraño, para que un lenguaje de programación se haga popular. Sin embargo, así fue, y en Genbeta escribimos sobre ello.
Por aquel entonces, los gobiernos y los bancos empezaron a buscar desesperadamente programadores de COBOL —un lenguaje generalmente considerado obsoleto, creado nada menos que a finales de los años 50— porque es el lenguaje en el que están programados miles de sistemas críticos de la industria financiera y de los departamentos de recaudación de impuestos y de gestión de las prestaciones sociales de todo el mundo.
El gobernador Phil Murphy, pidiendo a los programadores con conocimientos de COBOL que no se preguntaran qué podía hacer Nueva Jersey por ellos, sino ellos por Nueva Jersey:
El éxito de este lenguaje entre las agencia tributarias y bancos del mundo radica en que no redondea: ofrece precisión aritmética a 31 dígitos
¿Por qué aprender COBOL?
Han pasado ya dos años desde aquello, pero, como te puedes imaginar, el porcentaje de sistemas críticos que dependen de los programadores de COBOL sigue siendo alto (y, dados los costes de …