Las primeras quince vidas de Harry August. Por Claire North. Colmena 2015. 382 páginas.
Harry August es inmortal. Pero su cuerpo no es invulnerable y envejece como el de cualquier otra persona. Así que puede morir de viejo, como sucede en su primera vida. Pero también puede morir en un accidente, asesinado, o de cualquier otra forma que mataría a alguien.
Sólo que cada vez que su cuerpo muere Harry vuelve a nacer en el mismo cuerpo y en las mismas circunstancias que en su vida anterior: el 1 de enero de 1919 en el lavabo de señoras de una estación de tren. Pero con todos los recuerdos y conocimientos de sus vidas anteriores. Al principio esto causa enorme desasosiego a Harry. Pero con el tiempo termina por acostumbrarse, en buena parte gracias a la ayuda de otras personas como él.
Así que vive sus vidas sin plantearse influir en el devenir de la historia aún a pesar de los conocimientos que posee; es la decisión que han tomado hace tiempo otras personas como él. Son vidas que van divergiendo unas de otras a partir de la infancia de Harry ya que lo que sí puede hacer es vivirlas de forma distinta. Y si en una vida es médico, en otra se dedica, por ejemplo, al estudio de las religiones.
Pero cuando en 1996 agoniza al final de su decimoprimera vida –muere, como siempre que lo hace de viejo, de un cáncer– recibe un mensaje del futuro que le dice …