La realidad supera la ficción y esa es la historia de Leonardo Augustus Patterson, nació en Cahuita Costa Rica en 1942. Encontró de las piezas falsificadas un negocio. En su ciudad se encargaba de contarles historias a los diferentes turistas que llegaban a su restaurante, con diferentes piezas indígenas que tenía a la venta, pero antes de eso les contaba las espectaculares historias para conseguirlas, digno de una película de Indiana Jones.
Pero su siguiente paso fue más grande, logró involucrarse en el mundo del arte viajando a Nueva York, inclusive en 1985 recibió el apoyo de Yoko Ono para montar una exposición antropológica sobre los bribris, uno de los grupos étnicos más numerosos de Costa Rica. Uno de sus elementos más característicos era que no solamente negociaba con piezas precolombinas, también lo hacía con obras de arte, aunque muchas de esas piezas eran falsas.
México también fue una de sus tantas víctimas
Obviamente en la historia teníamos que mencionar a nuestro país, en 1997 Patterson presentó en Compostela, España una exposición con presuntas piezas de origen prehispánico, con el nombre “La Cultura en el tiempo. América Prehispánica”. Pero fue en 2007 cuando el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tuviera conocimiento del catálogo de esa exposición, donde determinaron que existía patrimonio arqueológico mexicano.
En ese momento el INAH solicitó a la Secretaría de Relaciones Exteriores las gestiones diplomáticas con España para obtener la restitución de los bienes arqueológicos. Fue hasta 2010 cuando autoridades nacionales viajaron a Munich, Alemania, …