Desde hace tiempo, la división de móviles de LG ha sufrido un profundo cambio en su estrategia. El primero es la lucha (compartida por otras divisiones de la marca) contra la obsolescencia programada. No en vano, los teléfonos de LG tienen garantía de cinco años.
El segundo es una nueva categorización en tres gamas de producto, entre ellas la serie K, que compite en el segmento de los terminales de entrada, Universal Line, con teléfonos avanzados y que dio cabida al reciente LG Velvet, o la línea Explorer, que arriesga con nuevos diseños y conceptos que lleven «más allá» las experiencias de uso de los móviles con productos totalmente nuevos. La presentación de hoy corresponde, precisamente, al primer terminal de LG dentro de esta última categoría.
Nunca se había visto un móvil como este. Uno cuya pantalla principal rota hasta quedar en posición horizontal, convirtiendo el móvil en una «T» y dejando visible una segunda pantalla, más pequeña y cuadrada, pero perfectamente funcional. Se llama Wing, y el ingenio sale de los laboratorios de LG. Una forma original y novedosa de ofrecer una doble pantalla y de aprovechar la configuración para implementar toda una serie de funciones exclusivas, posibles solo gracias al curioso formato «en cruz» del móvil.
Cerrado, el terminal, que es 5G, parece un móvil normal. Sus dimensiones, 169,5 x 74.5 x 10,9 mm, no permiten sospechar nada extraño, aunque su peso, 260 gramos, ya nos avisa de que algo «extra» tiene que llevar. La pantalla, de …