En el verano de 1946, se lanzaron las primeras cepas de semillas a la órbita terrestre que pudieron ser recuperadas. Eran semillas de maíz, y con ello comenzó la era de los cultivos espaciales. Durante años, hemos hecho crecer todo tipo de vegetales, frutas y hortalizas en el espacio, en un esfuerzo por experimentar con los alimentos en condiciones distintas a las de la Tierra.
De hecho, los taikonautas de la estación espacial China, llamada Tiangong, introdujeron hortalizas germinadas en el espacio como parte de su consumo diario. Entre ellas se encuentran alimentos como lechuga, cebolla o tomates cherry. Sin embargo, un reciente descubrimiento apunta a que no es tan seguro consumirlas como pensábamos.
Una nueva investigación, realizada por científicos de la Universidad de Delaware, descubrió que la lechuga y otras verduras cultivadas en microgravedad tienden a contaminarse más fácilmente con bacterias, en particular, con salmonela.
Este estudio, financiado por la NASA, encontró que bajo las condiciones de cultivo en el espacio, las plantas tienen una tendencia a mantener sus estomas abiertos. Los estomas son estructuras microscópicas que se encuentran en la epidermis de las hojas y tallos. Se trata de orificios que regulan el intercambio de gases y secreciones, permitiendo la entrada del dióxido de carbono y la salida del oxígeno y vapor de agua en la fotosíntesis.
Al ser una vía tanto de entrada como de salida, los estomas pueden permitir la contaminación bacteriana en las plantas. Los investigadores encontraron …