Quizás me llamó la atención porque su nombre me recordaba a ese placer culpable que siento al ver "Hackers" (Iain Softley, 1995). Una película algo distópica y extravagante con la que quisieron hacer cool la seguridad informática - cuando en realidad es una sucesión monótona de comandos sin vida en un terminal. Aquella peli contaba además con una jovencísima Angelina Jolie y de alguna forma, llevaba al extremo el elegante mundo de Tron (Steven Lisberger, 1982), otra de mis pelis de culto.
No miré mucho más. "Piratas de Silicon Valley" me parecía un nombre horrible incluso para una película de sobremesa, pero la alquilé pensando que quizás simplemente fuera entretenida sin más pretensiones. La reservé para la cena, un bocadillo normalito - quizás a la altura de mis expectativas con lo que iba a ver. Mientras daba los primeros bocados, la primera escena. La miré de reojo, sin mucho interés, tenía hambre.
Noah Wyle (Steve Jobs) al comienzo de la película
Steve Jobs, sin avisar. Y después el rodaje con Ridley Scott del anuncio de la Superbowl de Apple donde anunciaron el Macintosh en 1984. ¿¡Cómo!? ¿¡Qué es esto!? Dejé de cenar inmediatamente, busqué en Internet. Y entonces vi un pequeño fragmento de la MacWorld de 1999 donde Jobs invitó al protagonista a hacerse pasar por él en una keynote. Volví a la película como un resorte. Creo que olvidé el bocadillo. Las siguientes escenas me dejaron impresionado de muchas formas, como …