Hace ya más años de los que quiero confesar, alguien me regaló un teclado mecánico. Era un KBT Poker, de dimensiones reducidas como el Magic Keyboard, en un color negro intenso y unas teclas con mecanismo Cherry MX-Blue recomendadas para la gente que escribe contenido como un servidor. Tras una temporada alternándolo con el teclado de Apple, acabé retirándolo.
En ese momento creí que los teclados mecánicos no eran para mí, y me encontraba a gusto con el Magic Keyboard que Apple incluye en sus Mac. Pero finalmente, otro teclado mecánico se ha encargado de convencerme de lo contrario. Ahora sí, he encontrado a mi media naranja en forma de teclas.
Encontrar tu tecla perfecta puede llevarte tiempo
El KBT Poker que aún debe de estar en algún lugar de mi trastero me hizo ver la ventaja de los teclados mecánicos: la respuesta a mis dedos era muy buena y me di cuenta de que estaba ante un teclado hecho para durar. Pero le encontré inconvenientes: sus teclas eran demasiado altas, y acostumbrado como estoy a los teclados finos encontraba el travelling demasiado largo. Y las teclas Cherry Blue hacían francamente mucho ruido.
La consecuencia es que podía escribir más cómodamente y no me dolía la mano al terminar una sesión de varias horas de escritura, pero mi velocidad de escritura bajaba bastante. Tardaba más en presionar cada tecla, mis dedos volaban menos. Además, había algunas teclas que tenía que mapear expresamente …