Un trabajador de la planta de fabricación de automóviles de Stellantis en Vigo ha logrado que el Tribunal Supremo declare improcedente su despido, después de que la empresa lo acusara de haber "dimitido" cuando dejó de asistir a su nuevo turno nocturno. La sentencia obliga a la compañía a readmitir al empleado o indemnizarlo con 6.056 euros.
Antecedentes
En marzo de 2022, Stellantis Vigo suspendió el cuarto turno del Sistema 1, lo que llevó a la recolocación de empleados en otros horarios. El trabajador en cuestión fue asignado a un turno nocturno, incompatible con sus responsabilidades familiares.
Tras un intercambio fallido de propuestas (el operario ofreció la posibilidad de acogerse a una excedencia), el empleado terminó anunciando que no iba a incorporarse al turno asignado, lo que llevó a la empresa a considerarlo como una dimisión tácita y darle de baja... sin indemnización.
El conflicto escaló judicialmente, con fallos contradictorios entre el juzgado de lo Social de Vigo y el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Finalmente, el Tribunal Supremo ratificó la decisión de este último, calificando el caso como un despido improcedente.
Además, el Supremo ha impuesto 300 euros de costas a la compañía.
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