Hazte un favor ahora mismo. Coge tu «smartphone», tableta y enciende tu portátil y mira cuántas actualizaciones tienes pendientes, ya sean aplicaciones, de «software» o cualquier programa. Si no tienes ninguna, enhorabuena. Si tienes pendiente alguna, mal hecho.
[Por cierto, comprueba en este test si sabes cómo frenar las intentonas de los «hackers»]
Ahora mira tu dispositivo u ordenador. Comprueba el sistema operativo y asegúrate de que la versión siga recibiendo soporte de la compañía. WannaCry, el «ramsonware» que afectó a más 360.000 equipos de 180 países diferentes, se valió de un error de seguridad, para la que ya existía corrección desde el mes de marzo, de diferentes versiones de Windows (Windows XP, Windows Vista, Windows Server 2003, Windows Server 2008 SP2 and R2 SP1, Windows 7, Windows 8, Windows 8.1, Windows RT 8.1, Windows Server 2012 and R2, Windows 10 y Windows Server 2016), incluidas aquellas en las que la compañía ya no da soporte, como Windows XP. Ya lo advirtieron los expertos en seguridad: los usuarios se enfrentan a peligros en el caso de seguir utilizando dicha versión tras su «muerte».
Fue el 8 de abril de 2014 cuando la compañía dejó de dar soporte técnico a Windows XP. Desde entonces, cualquier ordenador ha sido un «blanco de ataque más fácil para 'malware' y cibercrimen en internet», como ya alertó la firma de seguridad Trend Micro. Además, una máxima en ciberseguridad es tener siempre actualizado el sistema, programas o aplicaciones por la sencilla razón de que las nuevas …