Desde tiempos inmemoriales ha circulado una historia acerca de que no se debían tirar a la basura / reciclaje los anillos de plástico de las latas sin cortarlos en trozos pues de no hacerlo «los animalillos que viven en los vertederos (o los animales marinos, si acaso llegan al mar) podrían morir al quedar atrapados en ellos inexorablemente» – tras aumentar de tamaño con el paso del tiempo, naturalmente. El meme circulante se suele acompañar de fotos y otros aderezos llamando a la acción.
Pues bien: resulta que tal y como explica la wikipedia en inglés acerca de esos anillos de plástico en los packs de latas esto puede que tuviera cierto sentido hace muchas décadas (en la década de los 70, que es cuando se popularizaron) pero resulta que desde 1989 ya no suponen ningún problema.
La razón es que la normativa respecto a la fabricación de esos anillos –al menos en Estados Unidos, pero cabe suponer que también en Europa y en la mayor parte de otros países– obliga a se fabriquen en material fotodegradable. De modo que los famosos anillos simplemente se desintegran al cabo de unas cuantas semanas, permitiendo a los animales (si acaso alguno queda atrapado) escapar a la libertad. (De hecho esos anillos de plástico son una parte ínfima de los plásticos marinos, donde es mucho más fácil encontrar otro tipo de desechos, redes y aparejos de pesca diversos.)
Esta explicación me resulta especialmente satisfactoria porque resuelve una cuestión muy, muy antigua de este …