Los chips cerebrales se han convertido en una de las mayores esperanzas para las personas que padecen problemas cerebrales o trastornos mentales, pero, ¿qué sucede cuando quedan obsoletos? Durante los últimos años la nueva industria se ha enfocado en las hipotéticas ventajas que posibilitan dichos dispositivos, pero apenas han hablado de una posibilidad real: que los chips queden obsoletos o, peor, que las compañías responsables cierren. En dichos casos, ¿quién se responsabiliza de ellos?Un problema con antecedentesAl margen de la conocida Neuralink y las innovaciones chinas, cada vez más entidades desarrollan chips cerebrales o dispositivos corporales, por lo que resulta inevitable que muchas de ellas no sean exitosas y cierren. Según un informe de Neurotech Reports, en 2026 el mercado de dispositivos "neurotecnológicos" alcanzará los 17.100 billones de dólares en todo el planeta, lo que indica su inminente explosión comercial.Elon Musk es la cara visible de NeuralinkMuchas entidades implantarán su tecnología a usuarios, pero acabarán cerrando. Será entonces cuando se plantea la pregunta de qué sucede cuando un chip queda obsoleto o la empresa responsable cierra. Lo cierto es que ya existen varios casos. No solo ha acontecido con chips cerebrales, sino también con otros para distintas partes del cuerpo.En 2019 Atonomic Technologies (ATI) cerró sus puertas. La empresa era responsable de un tratamiento para las cefaleas en racimo mediante software. Debido a su cláusula, más de 700 personas no pudieron acceder al software patentado para re-equilibrarlo y que continúe siendo efectivo. Por suerte para ellos, Unity HA obtuvo la …