Cada día, los científicos amplían su conocimiento sobre los terremotos que ocurren en la Tierra. Ahora, un grupo de investigadores ha identificado una relación entre el calor del Sol y la actividad sísmica del planeta.
El estudio, publicado en Chaos: An Interdisciplinary Journal of Nonlinear Science, sugiere que las manchas solares y la actividad solar influyen en los sismos. Esto se debe a que el calor del Sol impulsa cambios en la temperatura de la atmósfera, lo que puede afectar diversos entornos, incluidas las propiedades de las rocas y el movimiento del agua subterránea.
Según Matheus Henrique Junqueira Saldanha, científico informático de la Universidad de Tsukuba (Japón), estas fluctuaciones térmicas pueden hacer que las rocas se vuelvan más frágiles y propensas a fracturarse. En consecuencia, los cambios en las precipitaciones y el deshielo podrían modificar la presión en los límites de las placas tectónicas.
Sin embargo, Junqueira aclara que, si bien estos factores no son la causa principal de los terremotos, la evidencia sugiere que pueden desempeñar un papel relevante en la predicción de la actividad sísmica.
La actividad del Sol
Existen varios elementos que refuerzan esta hipótesis. El interior del planeta está cubierto por una corteza dividida en secciones y cuenta con un sistema meteorológico dinámico, lo que genera múltiples factores capaces de alterar la corteza terrestre y, eventualmente, desencadenar un terremoto.
Aunque la predicción sísmica sigue siendo un desafío debido a la cantidad de variables involucradas, conocer algunos de los factores desencadenantes …