El conocido código de barras lleno de líneas verticales finas y gruesas existe desde hace décadas. Se utiliza universalmente en productos de consumo, pero su funcionalidad es limitada en comparación con las versiones 2D, que pueden contener mucha más información codificada en los ejes horizontal y vertical.
A diferencia del código de barras estándar de 12 dígitos, las versiones 2D, que parecen cuadrados o rectángulos con muchos puntos pequeños e individuales (los QR son una versión), pueden revelar mucha información sobre un producto.
Por ejemplo, las tiendas podrán responder inmediatamente a las retiradas de productos e identificar artículos defectuosos. También podrán ver cuándo se acerca la fecha de caducidad de los alimentos y ofrecer descuentos. Cabe esperar que los códigos mejoren en gran medida el control de inventario.
Historia del código QR
Los códigos 2D también tienen muchas ventajas para los consumidores. Por ejemplo, al escanear uno de los envases de un alimento con el teléfono, se obtendrá información sobre sus ingredientes, las recetas en las que se puede utilizar, los posibles alérgenos y el lugar de cultivo.
Los códigos 2D no sólo son útiles para obtener información sobre los alimentos. Pueden revelar ofertas promocionales, la fábrica donde se creó, las prácticas de sostenibilidad de una empresa e incluso información sobre el reciclaje del producto o el envase. Los códigos 2D también pueden dar acceso a puntos de fidelidad, juegos y cupones.
Desde que se utilizaron por primera vez para etiquetar piezas de automóviles en fábricas japonesas en 1994, la popularidad de los …