Hace unos meses Marcos abrió un hilo de Twitter explicando su sensación de que cada vez desaparecen más y más enlaces y contenido de URLs porque hay páginas que se cierran, cambian de dirección o simplemente se desvanecen. Si Ted Nelson levantara la cabeza y viera el hiperespacio de hipertexto así de roto se daría seguramente de cabezazos contra la pared.
Estuvimos comentando el tema porque no somos pocos los que hemos observado esta decadencia: yo mismo reviso cada día anotaciones antiguas de este blog para buscar efemérides, recordar temas y arreglar enlaces rotos cuando se puede. Y la sensación es desoladora: según mis cálculos más o menos uno de cada cuatro enlaces «principales» está 404 («desaparecido en combate») y lo mismo le ocurre a los vídeos de YouTube que se incrustan desde los canales originales en algunas anotaciones. Rescatarlos no siempre es fácil y requiere su tiempo.
Han desaparecido no sólo muchos blogs, también artículos de periódicos y revistas, páginas de empresas y sitios webs enteros. Los dominios a veces simplemente no funcionan o como mucho dejan un mensaje de fin/cierre/the end; en otros casos están caducados y en la peor de las situaciones, usurpados por sitios webs de spam, SEO de baratijo o incluso estafas. Esto último supone un problema porque muchas páginas de confianza enlazan sin saberlo a esos sitios desde hace años, transmitiéndoles mojo y reputación.
Estos días han aparecido varios artículos más al respecto, así que voy a recomendar algunos de ellos para dejar …