Los deportes electrónicos (eSports) siguen con su crecimiento imparable y se preparan para hacer frente a viejas amenazas que resurgen de la mano de la profesionalización del sector: las trampas, los amaños o el dopaje, entre otras. Para ello, la Liga de Videojuegos Profesional (LVP) une fuerzas con Esports Integrity Coalition (ESIC) con el objetivo de lograr «una reglamentación más garantista y transparente» y se aferra a sus fortalezas respecto a los deportes tradicionales: «Llevamos dos décadas usando el VAR».
Así lo ha explicado Sergi Mesonero, cofundador de la LVP, que detalla que desde hace cerca de veinte años «todas las partidas de competiciones oficiales están grabadas, con la posibilidad de hacer un seguimiento de cada uno de los movimientos». «Tenemos un VAR por naturaleza», ha sentenciado Mesonero (en referencia al árbitro asistente de vídeo que se está implantando en el fútbol) durante una entrevista concedida a Portaltic.
Este veterano del sector insiste en que en fútbol un jugador puede exagerar una caída para intentar forzar algún tipo de penalización, pero asegura que en el caso de los eSports «los controles son enormes» y niega que se hayan producido trampas en competiciones oficiales en los últimos cuatro años. Quedan atrás casos como el de un jugador de Counter Strike que intentó meter un pendrive para instalar un software que le otorgase ventaja en el juego o el de un profesional del Call Of Duty que trató de usar un mando modificado.
Incluso en el caso de las competiciones no presenciales, …