Un equipo internacional de científicos ha trabajado entre heces de animales en las duras condiciones de la Antártida. Su estudio revela que las excreciones nutren de nitrógeno los suelos de esta remota zona del planeta y los llenan de musgos, líquenes y pequeños invertebrados.
Investigadores de la Universidad Libre de Ámsterdam y del Consejo de I… Seguir leyendo...