La industria del videojuego, que mueve más dinero que el cine y la música juntos, ha evolucionado hacia un entorno más maduro y con historias imbricadas que superan, en muchas ocasiones, la complejidad de los guiones cinematográficos de Hollywood. Secuencias espectaculares, giros inesperados, una gran profundidad de los personajes y tramas muy trabajadas se han podido ver en los últimos años, alejándose así del estigma que todavía arrastra esta forma de entretenimiento.
De igual manera que hiciera el cine o la literatura, la II Guerra Mundial ha inspirado numerosas propuestas. La imaginería colectiva se ha encargado de asentar mitos y elementos del mayor conflicto armado de la Historia. También el mundo del videojuego está plagado de obras en la que el desprecio por los nazis se ha visto reflejado en aventuras, algunas con un mayor latigazo de fidelidad histórica, en la que los jugadores han podido embarcarse en batallas que dejaron una factura imposible de olvidar: 75 millones de muertos entre civiles y militares.
Los videojuegos ambientados en la II Guerra Mundial experimentaron un «boom» en la primera década del milenio. Pese a todo, cada año aparecen títulos relacionados directa o indirectamente con batallas históricas entre Aliados y el Eje, y especialmente contra los nazis. En sus momentos más gloriosos, en torno al año 2005, se presentaron unas cincuenta propuestas coincidiendo con emblemáticas sagas como «Call of Duty» que tomaron el testigo de la emblemática «Medal of Honor». Pero todo tuvo un principio. Muchos de ellos han sido meras excusas …