"Nunca tendré tiempo para leer todos los libros que quiero leer" — Françoise Sagan.
Primero las malas noticias: la velocidad de lectura no te hará leer más ni mejor. Al menos si estamos hablando de lectura de calidad.
Hay una gran colección de supuestos métodos enfocados en aumentar considerablemente la velocidad media del practicante, sin sacrificar con ello mucho de la comprensión lectora ni de la receptividad de la información. Sin embargo, la velocidad de lectura, obviamente, va a depender de diversos factores tales como las habilidades del lector, sus metas de comprensión y qué está leyendo, entre otras muchas cosas.
Los adultos que leen frecuentemente pueden hacerlo a una velocidad de alrededor de 200-300 ppm (palabras por minuto), mejora con la práctica pero siempre hasta un tope. 400 ppm sería lo máximo y es casi épico lograr una buena comprensión a esa velocidad. En los niños, aunque lean frecuentemente, la capacidad es menor.
¿Por qué tenemos tope? Sabemos que la culpa no la tiene la cabeza. Hablado, las personas normalmente tienen conversaciones con alrededor de 200 ppm, pero, como hemos dicho anteriormente, en el artículo de tener mejores conversaciones, se ha demostrado que un adulto puede escuchar con completa comprensión hasta 500, sin embargo, tampoco puede nadie hablar a más de 250. Así, nuestras mentes usan el espacio que sobra para llenarlo de pensamientos superfluos, y pasa lo mismo cuando leemos. Nos distraemos en todo caso porque los estímulos no cumplen la expectativa de dificultad de nuestra cabeza. Por tanto, leer lentamente no …