La pandemia por COVID-19 trajo consigo ciertas precauciones entre la población. El uso de cubrebocas o gel antibacterial, por ejemplo. Pero dentro de las élites, este hecho desató una tendencia de nuevas medidas ante posibles escenarios de apocalipsis: búnkeres de lujo.
El primero de quien se debe hacer mención es Mark Zuckerberg. El CEO de Meta ha construido un búnker subterráneo en su gigantesco complejo ubicado en Hawái. Sin embargo, más allá de servir únicamente como refugios, estas "fortalezas" han escalado en implementar tecnología y confort hasta convertirse en centros de entretenimiento bajo tierra.
"Hemos visto un mayor enfoque en el entretenimiento. Si vamos a ser capaces de sobrevivir bajo tierra, queremos divertirnos", mencionó en una entrevista para CNN, Al Corbi, fundador de Strategically Armored & Fortified Environments (SAFE).
No solo eso, también se han convertido en verdaderas fortalezas medievales con avances dignos del siglo XXI. Dotadas de tecnología de punta y sistemas de defensa avanzados, la instalación incluye puertas resistentes a explosiones, ventanas indestructibles, sistemas de acceso biométrico, un foso de diez metros de profundidad equipado con un puente giratorio y cañones de agua capaces de neutralizar helicópteros, drones y otras amenazas.
"Si nos remontamos a la época medieval, un foso es uno de los mayores elementos disuasorios". De no encontrarse bajo peligro, dicho espacio será utilizado "como pista para carreras de motos de agua con amigos", señala Corbi.
En Xataka …