Tradicionalmente, el precio de los Mac y los iPhone, superiores al promedio de sus industrias, ha indicado de forma sutil una cierta posición económica en sus propietarios. O mejor dicho: una mínima posibilidad. Casi cualquier hijo de vecino puede hacerse con un iPhone de hace un par de generaciones acudiendo al mercado de reacondicionados o financiándolo durante dos años. Sin embargo, existe todavía un cierto cliché en torno a la categoría económica allá donde proliferan los dispositivos de Apple. ¿Cuánto tiene de realidad y cuánto tiene de mito?
Hemos querido sacar la pizarra para ver un par de indicadores simples, tanto con los Mac como con los iPhone: cuál es su cuota de mercado en cada país según los datos de StatCounter, y cuál es su PIB per cápita (datos de Visual Capitalist) para ver si se produce una cierta correlación. Hay muchos más posibles factores, tanto legislativos, en países que ponen altos aranceles a este tipo de productos o que obligan a que sean ensamblados allí; como culturales, como pueden ser los que tienen fabricantes nacidos allí, caso de Apple en Estados Unidos o Samsung en Corea del Sur, y gozan de un alto umbral de ventas aupados por ese motivo. Así y todo, vamos con ello como punto de partido.
El Mac: menos de un tercio de cuota en su mejor país por encima del millón de habitantes
La preponderancia de Windows en entornos corporativos penaliza la cuota de mercado de macOS, que no logra alcanzar las cifras …