La guerra comercial de Estados Unidos contra China ha generado algunas incógnitas sobre cómo afectarán los aranceles de importación al precio final de los productos. La semana pasada, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que se aplicaría un impuesto del 10% en 300.000 millones de dólares de bienes importados del país asiático desde el 1 de septiembre.

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Esto ha preocupado a los analistas, y ha puesto la mirada en los productos de Apple, ya que se desconoce si este impuesto acabará afectándoles o no, a pesar de que Trump aclaró a través de su cuenta de Twitter que no hará concesiones especiales a la compañía californiana. Ante esta problemática, Apple parece haber llegado a una solución: "absorber" todos los costes.

Los dispositivos fabricados fuera de China cumplirán la demanda del mercado estadounidense en 2 años

Apple ya habría estudiado el impacto de la nueva política de importaciones del presidente estadounidense, y habría llegado a la conclusión de que lo mejor sería correr con todos los gastos sin que afectara al precio final de los productos en el mercado norteamericano.

Ming-Chi Kuo, reputado analista, cree que los dispositivos fabricados en otros países podrían cumplir las demandas del mercado estadounidense en los próximos dos años, logrando una baja dependencia de China y evitando los impuestos por importación.

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