La acusación no es cualquier cosa: los responsables del navegador Brave, conocido por hacer de la protección de la privacidad una bandera, acusan a Google de utilizar en secreto páginas web ocultas que transmiten los datos personales de sus usuarios a los anunciantes. Las pruebas que probarían esta actividad han sido trasladadas al regulador de datos irlandés.
Johnny Ryan, un director de Brave, habría descubierto las páginas web secretas mientras intentaba controlar cómo se estaban negociando sus datos en la bolsa de publicidad de Google, según informa Financial Times.
Un responsable de Brave encontró seis páginas diferentes que, después de un hora de navegación en Chrome, compartían sus datos con al menos ocho empresas de publicidad
El ejecutivo habría descubierto que Google le había etiquetado con un rastreador de identificación que alimentaba a empresas de terceros que accedían a una página web oculta de acuerdo con la información publicada. La página no mostraba ningún contenido, aunque tenía una dirección única que la relacionaba con la actividad de navegación de Ryan.
Dos formas de ocultación de estas webs
Estas supuestas prácticas, que irían contra sus propia políticas de protección de datos y las normas de privacidad de la Unión Europea concretadas en el Reglamento General de Protección de Datos, permitirían llevar a cabo una segmentación más precisa de los anuncios.
Mediante los datos recopilados y transmitidos a las empresas, que contendrían ubicación, tiempo de navegación y comportamiento en dicha navegación, se habrían dirigido anuncios de forma más adaptada. De …