La era del 5G no es solo un momento crucial para las empresas de telefonía para vender nuevos modelos de móvil. También representa la construcción de unos nuevos cimientos sobre los que se sostendrán, muy posiblemente, la economía digital de los próximos años. Esta tecnología, aún en fase de despliegue, traerá innumerables oportunidades, aunque algunas de sus ventajas pueden darle la vuelta a la tortilla y ser más peligrosas de lo que se pensaba inicialmente. Una de ellas, la mayor precisión de los sistemas de geoposicionamiento.
Un reciente informe (PDF) de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), el regulador español en esta materia, advierte de los riesgos de la privacidad de la tecnología 5G, cuyo despliegue se va a acelerar durante este año con el llamado segundo dividendo digital en España y por el cual se propone liberar la banda de 700 megahercios (MHz) del espectro radioeléctrico para las redes de telecomunicaciones de quinta generación. Una medida que tiene que completarse antes del 30 de junio por mandato de la Unión Europea.
Entre los aspectos más controvertidos de esta tecnología se aduce a un aumento de la precisión de la geolocalización de los sistemas informáticos. La tecnología permitirá llegar a un nivel de localización hasta ahora inalcanzable por las redes 4G. «En el 2020, las redes 4G exigen una precisión de 50 metros, pero con 5G se alcanzarán resoluciones inferiores a 1 metro en tres dimensiones», recoge el texto.
El alcance de la señal radioeléctrica será …