Los smartwatches cada año son más caros, al combinación de tecnología y estilo aleja estos dispositivos de las normas de electrónica de consumo.
Una de las críticas comunes y acertadas a los relojes inteligentes de los últimos dos años es que tienen pocas funcionalidades y que que no hay nada que los haga esenciales de la misma forma que un ordenador o un smartphone se convirtió en objeto necesario para muchos.
Es posible que a medida que el Apple Watch, Samsung Gear S2, Android Wear y demás dispositivos aumenten su funcionalidad habrá un renovado interés por ellos entre la sociedad, pero de momento no está llegando.
El precio medio tampoco ayuda en hacerlos atractivos al público general. Que además de accesorio tecnológico tengan consideración de accesorio de moda, relativiza mucho como nos lo ponemos, o cuál dejamos de comprar porque no encaje con nuestro estilo de ropa.
Nunca vamos a dejar de comprar un smartphone porque sea muy deportivo para ir con traje o muy elegante para llevarlo con ropa deportiva. Por eso la calidad y variedad de correas es tan importante a la hora de comprar un smartwatch.
Lo mismo ocurre con portátiles y ordenadores de escritorio. No tienen que estar adaptados a nuestro estilo ni a nuestra indumentaria.
Apple Watch es líder de mercado indiscutible
Desde la época del iPod que Apple no disfrutaba de este tipo de cuotas de mercado. Incluso en sub-sectores como el de portátiles vendidos en EE.UU., dónde Apple goza de una buena posición comparativa con otros mercados más globales como …