Prácticamente, todos tenemos esa habitación en casa a la que no llega bien el Wi-Fi. Existen incluso aplicaciones para medir su rango, alcance y efectividad. La distribución de muchos hogares hace que el router se instale en una punta del mismo, condenando inevitablemente a la otra a vivir en un mundo sin conectividad más allá de los datos móviles. Ya no hablemos de si tenemos varias plantas.
Si ya has probado los consejos para mejorar tu velocidad pero no funciona, soluciones hay, pero suelen costar dinero. Repetidores, routers nuevos, ampliar la instalación… está genial, pero no todo el mundo puede permitírselo, o simplemente no le apetece utilizar sus ahorros en eso. Por ello, hoy te traemos tres dispositivos que es probable que tengas en casa y que podrás utilizar como auténticos repetidores.
Un teléfono móvil usado (aunque no un iPhone)
Seguro que tienes guardado en algún cajón cogiendo polvo un teléfono viejo que ya no uses, bien sea tuyo o de un familiar. ¿Que no sabías que puedes utilizarlo de repetidor? Siempre es un mejor uso que tenerlo muerto de la risa en un armario hasta que te olvides de su existencia.
Son muchos los métodos para llevarlo a cabo, y depende en gran medida del modelo de terminal que tengas, por lo que te recomendamos consultar el proceso específicamente para tu smartphone. Hay quien adquiere un adaptador y le conecta un cable Ethernet y funciona, alternativas más modernas que permiten compartir …