Cuando hablo de los orígenes de esa afición mía –y de muchas más personas, ojo– por el planespotting siempre menciono al Cuerpo Real de Observadores que durante la Segunda Guerra Mundial actuó en el Reino Unido para detectar de oído y de ojo la aproximación de aviones enemigos. Pero lo que no sabía hasta hoy es que en los Países Bajos hubo un cuerpo similar que operó durante la Guerra Fría desde edificios y lugares altos y desde unas torres de hormigón construidas a propósito para ello, las luchtwachttoren. El enlace está en neerlandés pero Chrome o DeepL te lo traducen sin problema.
La idea era que voluntarios del Cuerpo de Vigilancia Aérea (KLD) detectaran aviones enemigos volando a baja altura, por debajo de la cobertura del radar, y que informaran de ello a las fuerzas armadas del país. De hecho el servicio formaba parte del Comando de Defensa Aérea de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos.
Para ello se colocaban en puesto situados en molinos u otros edificios altos –cabe recordar que los Países Bajos apenas tienen ningún lugar elevado– o bien en las ya citadas luchtwachttoren, construidas a tal efecto. En total llegó a haber 276 puestos de observación, la mitad de ellos en estas torres.
Se construían a partir de unos módulos de hormigón prefabricados que se unían con pernos para dar a cada torre la altura necesaria en incrementos de 1,14 metros, que era la altura de tres módulos. Como una especie de Lego …