Después de ocho años en los que mi iMac de finales de 2012 me ha dado un estupendo servicio, llegó la hora del cambio. A nivel profesional necesitaba un ordenador de sobremesa compatible con macOS Big Sur, así que cuando vi que Apple incluía el chip M1 en un nuevo modelo del Mac mini tuve una gran alegría. Temía que sólo presentasen portátile, pero no fue así. Ya sabía cuál iba a ser mi próximo Mac.
Unas semanas después, ya lo tenía en casa y listo para ser instalado. Ya os conté mis primeras impresiones hace unos días, pero ahora que llevo más tiempo trabajando con él puedo ampliar mis sensaciones en este análisis del Mac mini con chip M1 desde el punto de vista de alguien que lleva años sentándose ante un iMac todo-en-uno.
Conservando el diseño mientras se cambia el enfoque
No os voy a engañar, la situación ideal habría sido que Apple hubiera presentado un iMac con Apple Silicon el pasado 10 de noviembre. No dudé ni un momento en adquirir el Mac mini la misma noche de su presentación, pero preferí mucho más eso que no tener que comprar un portátil cuando mi iPad Pro con Magic Keyboard cubre perfectamente mis necesidades cuanto estoy fuera de mi mesa de trabajo. El Mac mini implica perder la comodidad del "todo en uno", poniendo más cables en la mesa y dependiendo de más accesorios de terceros. Pero seamos optimistas: un poco de maña …