El Manu, un salto tradicional de Nueva Zelanda conocido por sus espectaculares columnas de agua, ha pasado de ser una práctica cultural a un fenómeno científico. Gracias al Manubot, un robot que recrea sus movimientos, los investigadores han desvelado los secretos físicos detrás de este icónico salto, combinando tradición, tecnología y biomecánica en un fascinante estudio.