Mark Hamill consiguió el regreso de Luke Skywalker como lo deseaba películas atrás en el Episodio IX de la saga galáctica.
Uno de los grandes alicientes que ha tenido la última trilogía de Star Wars es que los cinéfilos hayamos podido reencontrarnos con los personajes de una saga tan querida. Como el Han Solo de Harrison Ford, la Leia Organa de la difunta Carrie Fisher, el Chewbacca del fallecido Peter Mayhew con Joonas Suotamo para sustituirle, el C-3PO de Anthony Daniels, el R2-D2 dentro del cual estaba antes Kenny Baker y, cuando murió, Jimmy Vee y otros, el Lando Calrissian de Billy Dee Williams, el Emperador Palpatine de Ian McDiarmid y, claro, el Luke Skywalker de Mark Hamill. Este último, de hecho, quería una reaparición muy concreta para Luke que no ha conseguido hasta El ascenso de Skywalker (J. J. Abrams, 2019).
El ascenso de Skywalker da a Mark Hamill la vuelta de Luke como la deseaba y sirve para posicionarse ante su anterior desprecio del sable de luzA este intérprete le gusta sugerir y dar su opinión sobre lo que podría llevarse a cabo en la saga galáctica, y lo que propuso para su regreso en El despertar de la Fuerza (Abrams, 2015) —tal como cuenta Ana Dumaraog en ScreenRant— fue que Luke apareciese atrapando el sable de luz durante el primer duelo de Rey (Daisey Ridley) y Kylo Ren (Adam Driver) en la Base Starkiller en lugar de la propia Rey. Por esta razón y probablemente porque fue un contrapunto …