La historia de John Wick y su desatada venganza empieza con una trágica muerte: la de su cachorro, regalo final de su esposa. Este suceso, aunque breve, se convirtió en una casi gracia recurrente de los fans, quienes señalan cómo algo tan aparentemente nimio (en comparación) provocó que John Wick retomara su vida como letal asesino.Sin embargo, detrás de las cámaras, el destino del perro de John Wick no fue una decisión sencilla, y tanto los directores Chad Stahelski y David Leitch como el propio Keanu Reeves debieron defender esta escena ante el escepticismo del equipo de producción.Hay que atreverseEn una entrevista reciente con Business Insider, Chad Stahelski y David Leitch, los directores de la franquicia, hablaron sobre las luchas para mantener detalles clave como la barba de Wick o la impactante escena del perro en su búsqueda de mostrar un John Wick distinto, algo que no fue fácil y por lo que el propio Keanu Reeves se vio obligado a interceder.Como podemos leer y como era de esperar, Leitch y Stahelski recibieron advertencias sobre que matar al perro "era de mal gusto" y que alienaría a la audiencia, a lo que Stahelski respondió, "Vamos a ejecutar gente a quemarropa; matar al perro es solo una cosa más". Ambos directores, fans del cine de género, sabían que ese tipo de momentos "duros" generarían el impacto necesario en los espectadores, convirtiéndose en una motivación visceral para el personaje.Reeves, además, defendió esta elección. En palabras de Stahelski: "Keanu nos apoyó, e incluso …