En esta interesantísima entrevista que ha mantenido Numberphile con Robbert Dijkgraaf, un físico matemático –que no un matemático físico– se habla de la eterna relación entre matemáticas y física, dos campos del conocimiento humano con los que pretendemos entender el universo, sus reglas y el porqué de su comportamiento.
Lo curioso es que tradicionalmente la física siempre ha sido considerada algo así como la versión ruda de la realidad: un tanto tosca, algo imprecisa aunque práctica y en continua evolución, mientras que las matemáticas han ocupado el lugar elegante, pristino e ideal que suponemos a los más altos conceptos subyacentes en el universo.
Pero tal y como explica Dijkgraaf esto está cambiando y se debe principalmente a la mecánica cuántica. Una teoría que pese a todos sus aspectos difíciles de entender y contrarios a nuestra intuición y experiencia resulta en ocasiones ser superior incluso a las matemáticas. Esto está haciendo que sean los matemáticos quien pueden ahora usar una teoría física en la práctica superior y más «real» para desarrollar ciertos conceptos.
La dificultad para aceptar esta transición de «toma y daca» tiene que ver con situaciones matemáticamente muy chocantes: en la mecánica cuántica a veces es imposible saber dos cosas a la vez debido a cuestiones como el principio de incertidumbre de Heisenberg o a las las distribuciones de probabilidad que hacen que se deban considerar infinidad de escenarios alternativos que no son los aparentemente obvios – para un electrón no hay un solo camino para ir de A …