11 de la noche en una calle tranquila de una de las colonias bien conocidas de CDMX por su vida nocturna y su fama de ser habitada por personas de clase alta. Alex camina por la calle escuchando música en sus audífonos, saca su iPhone para corroborar una notificación ignorada de la que acaba de acordarse, pero, a la par, desde una esquina un hombre se asoma con pistola por delante.
"¡Dame el celular!", le grita.
Alex no lo piensa dos veces. Entrega el smartphone y, para su sorpresa, no le son pedidos ni los audífonos, ni la cartera. Alex queda helado pero, tan pronto como comenzó, el asalto ha terminado.
Cuando Alex llega a su casa lo primero que hace es corroborar la localización de su iPhone 13 Pro. El dispositivo va y viene por varias colonias de la Ciudad de México durante las próximas 48 horas. Luego, al tercer día, el dispositivo aparece en Jalisco y Alex recibe un mensaje de WhatsApp inesperado.
"Hola, encontré tu celular"
De escritura cordial y tono amable, una persona desconocida le escribe a Alex diciéndole que se ha encontrado con su teléfono. Alex, que ha recibido el mensaje de WhatsApp a través de la vinculación con la app instalada en su Macbook, encuentra de lo más sospechoso el acercamiento, así que procede con cautela.
El nuevo contacto tiene todo para parecer fiable. Dice tener el iPhone y querer devolverlo, pero también dice que debe …