Propuesta por años, respaldada por el Conacyt, y ahora aprobada por las dos cámaras del Congreso (en menos de una semana), la nueva ley de Ciencia en México busca cambios profundamente transformadores sobre cómo se hace ciencia y se persiguen nuevas tecnologías en México.
El problema es que los cambios son "aberrantes" y pueden ser "regresivos", según la comunidad científica.
La Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación es un proyecto que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha perseguido por años. En su portal para explicar la propuesta se lee que la nueva ley "garantiza al pueblo de México el derecho humano a la ciencia" y que no concibe el desarrollo de ciencias y tecnologías como "beneficio particular de empresarios e investigadores".
Por el contrario, asegura el Conacyt, la ciencia y las tecnologías ahora se consideran como "bienes al servicio de la nación y el bienestar".
Las reacciones de la comunicad científica han sido unánimes: las modificaciones son "aberrantes", según le dijo el biólogo Antonio Lazcano, profesor emérito de la UNAM, a El País; "es discriminatoria" señaló en su posicionamiento la red ProCiencia Mx. En el augurio de lo que sucederá en las próximas semanas, la investigadora del Cinvestav, Alma Maldonado, escribió en su cuenta de Twitter "nos quedan los tribunales".
La nueva Ley de Ciencia fue aprobada en medio de irregularidades, como la presunta falta de quórum en el Senado y una sesión que tuvo …