Una de las ventajas de la extremadamente restrictiva y controlada multitarea de iOS es que las aplicaciones no pueden hacer mucho uso de CPU en segundo plano y durante períodos controlados. Esto, que a la vez perjudica mucho a algunos usos, no impide que una aplicación, cuando está abierta, haga uso de toda la potencia del dispositivo.
Y, ¿qué ocurre cuando un dispositivo con capacidad de disipación limitada (sin ventilador) hace mucho uso de CPU? Exacto, se calienta. Y los iPhone, además, no son precisamente los dispositivos que mejor se refrigeran ante una exigencia alta al SoC.
El problema: un iPhone que ardía, sin motivos
Mi iPhone 13 Pro está "viejo", pero no como para arder sin motivo. Imagen: Applesfera.
Sirva todo esto como precedente para lo que voy a contar. Hace aproximadamente un mes me di cuenta de que mi móvil, un iPhone 13 Pro, se calentaba mucho sin estar pidiéndole nada exigente. Conozco esos calentones, vivo en Sevilla y el verano andaluz es terrible para el terminal. Llega a ser hasta incómodo usarlo.
También aumenta muchos sus temperaturas a veces, cuando grabo en 4K durante períodos prolongamos, o cuando disparo en RAW y exporto 50 de estos archivos en Lightroom, que hace uso de todos los núcleos (6) del dispositivo para acabar cuanto antes.
En Xataka
Tu móvil en verano: cómo proteger tu dispositivo frente al calor y que …