La privacidad a la hora de navegar es algo que nos preocupa cada vez más. Esa expresión de "si no tengo nada que ocultar" cada vez tiene menos cabida en nuestras conversaciones. No se trata de ocultar, sino de mantener a salvo nuestros datos y de ahí el auge de servicios como Cloudflare o navegadores como Brave.
El siguiente paso es el que piensan en dar en Microsoft y no es otro que integrar el protocolo HTTPS sobre DNS (HTTPS-over-DNS) directamente en Windows 10. A los proveedores de servicios puede que no les haga mucha gracia, pero nuestra navegación ganará un plus en privacidad.
Navegación ahora sí, privada
Para ponernos en contexto, las DNS (por sus siglas en inglés Domain Name System) o Sistema de Nombres de Dominio, sirven de forma que cuánto tecleamos un dominio el equipo o el navegador sabe a qué página web debe acudir. Sirve por lo tanto, para convertir la IP de cada página en el nombre de dominio correspondiente. En resumen lo que hace es crear términos y denominaciones más fáciles de recordar.
El problema es que hasta ahora esa conversión se hace en texto plano y sin proteger. Nuestra navegación está por lo tanto expuesta, no sólo a ciberataques como puede ser uno del tipo man-in-the-middle, sino que la propia operadora que presta sus servicios puede rastrear qué páginas web visitamos.
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