La agrivoltaica, desarrollada en la década de 1980, combina la generación de energía solar con la agricultura. Aunque este concepto tiene más de cuarenta años, su adopción apenas comienza a consolidarse gracias a avances tecnológicos y a la reducción de costos.
Este enfoque ofrece beneficios más allá del uso eficiente del suelo y la producción de electricidad. Por ejemplo, los paneles solares generan zonas de sombra que disminuyen la evaporación del agua de riego y protegen los cultivos frente a olas de calor. Además, esta técnica contribuye a la repoblación de campos con abejas, un factor clave para la biodiversidad.
Es importante subrayar que los insectos no siempre son considerados plagas. La desaparición de especies, atribuida en parte a la agricultura industrial y al uso intensivo de pesticidas, representa una amenaza significativa para la biodiversidad y la seguridad alimentaria a nivel global.
Los insectos, particularmente las abejas, desempeñan un papel fundamental al polinizar el 75% de los cultivos de los que dependemos para alimentarnos.
La investigación y sus resultados
Un estudio realizado por el Laboratorio Nacional de Argonne demostró que los proyectos agrivoltaicos pueden revertir el declive de las poblaciones de abejas y, simultáneamente, aumentar la diversidad de insectos y flores de manera exponencial.
Esta investigación, llevada a cabo durante cinco años en dos instalaciones solares al sur de Minnesota, arrojó resultados prometedores para los insectos, con beneficios adicionales a la creación de hábitats.
Los hallazgos …