Los modders son un tipo de artistas mal interpretados. Cumplen el sueño de miles de fans al agregar a ciertos personajes en varios juegos, y pueden ser considerados fieles seguidores de la corriente artística del dadaísmo con la cantidad absurda de elementos que incluyen en sus trabajos. Ahora, Dragon Ball Z: Kakarot era un objetivo bastante obvio y cuenta con un par de mods interesantes.