Una de las piezas esenciales de nuestro día a día es el monitor, y a menudo no le damos la importancia que merecen. La tecnología que nos sirve para conectarnos al mundo digital ha evolucionado a pasos agigantados. Hace poco utilicé mi primer ordenador, un Amstrad CPC 464 con monitor a color CRT de 14”. La diferencia con lo que tenemos hoy en día (aunque yo siga amando aquella destartalada máquina) es abismal.
Es normal además evolucionar porque - y seguro que me entendéis - si vivís el mundo de la informática desde hace más de veinte años, recodaréis lo gigantesco que os parecía vuestro primer monitor de más de 15”. Yo tuve un modelo de 19” que cuando lo saqué de la caja me parecía una monstruosidad. Y hoy tenemos monitores gigantes porque la tecnología ha conseguido mejorar la calidad de imagen de tal forma, que nos parece que miremos un lienzo en blanco.
¿No es esa la mejor definición de un espacio creativo? Conscientes precisamente de que los lienzos tienen diferentes formas y tamaños, las marcas ponen encima de la mesa (nunca mejor dicho) unos modelos que quizás hace unos años nos parecerían de ciencia-ficción, pero que ahora están muy de moda: los monitores “ultrawide”. Todo esto empezó usando dos monitores contiguos, pero sin duda estos monitores ultra-panorámicos con una opción excelente que para un “todo en uno” sin tener más pantallas.
BenQ amplía el lienzo de lado a lado
…