Una sala de cine casi llena. En la pantalla vemos a dos pugilistas de Peso Pesado enfrentarse en una batalla épica donde luchan como verdaderos gladiadores. Los espectadores, tanto dentro y fuera de la pantalla, apoyan a su favorito con gritos de aliento con cada golpe certero. De la misma forma, se sorprenden y llevan la mano a sus rostros cuando su preferido casi es noqueado. No se trata de la transmisión de algún combate de box de sábado por la noche, sino de una función de la nueva película de Creed II. Esa fue mi experiencia al acudir a verla en una sala comercial, donde las emociones de la cinta se veían reflejadas en el público como pocas películas pueden lograrlo.