Antes de que llegara esa locura llamada WhatsApp, Microsoft dominaba las artes de la mensajería digital. Era a través de un programa para ordenadores, MSN Messenger, cuyo característico icono de perfil se recuerda como un símbolo de la historia de la informática. El servicio se estrenó el 22 de julio de 1999, aunque se rebautizó como Windows Live 2005. Capituló en 2013 pero ha dejado un reguero de sensaciones y recuerdos entre los usuarios de cierta edad.
Tenía muchas bazas para triunfar. Triunfó, eso sí, durante un tiempo. Conquistó la cima en una época en la que todavía no se habían introducido los teléfonos móviles inteligentes. Muchos, incluso, recordarán aquellos tiempos en los que los módems de 48k ocupaban las líneas telefónicas. No se podían llamadas telefónicas mientras los usuarios se conectaban a aquel nuevo medio, internet, que empezaba a llegar con fuerza a los hogares. Formaba parte de los servicios ofrecidos por el portal MSN que incluían correo electrónico con Hotmail o un motor de búsqueda.
El software vivió profundos cambios, vaivenes. Porque la marca en particular, con la que se había hecho famosa internacionalmente, pasó a ser Windows Live Messenger en 2005. Pero en 2011 sufrió otro cambio; tras la adquisición del servicio Skype por parte de Microsoft, el «messenger»
se sumó a sus funcionalidades. Entonces ya había hecho aparición WhatsApp, actual rey de la mensajería móvil y BBM, la plataforma de BlackBerry, tenía un éxito abrumador.
Tuvo numerosas versiones a lo largo de su …