Elon Musk, hoy por hoy una de las personalidades más relevantes del sector tecnológico, se halla en plena cruzada legal contra OpenAI, la compañía que cofundó en 2015 con el objetivo de "beneficiar a la Humanidad".
Y, como parte de dicha cruzada, el empresario de origen sudafricano solicita una compensación económica a la compañía propietaria de ChatGPT, por haberse transformado en una empresa con fines lucrativos sin el conocimiento ni el consentimiento de sus primeros donantes... siendo Musk uno de ellos.
El origen de OpenAI: de los ideales a los desencuentros
En 2015, Musk unió fuerzas con Sam Altman para crear OpenAI; según los documentos legales, Musk invirtió unos 44 millones de dólares durante los primeros años del proyecto, además de aportar su experiencia técnica y ayudar a reclutar expertos en IA.
Sin embargo, las diferencias filosóficas y estratégicas comenzaron a emerger. En 2018, Musk abandonó el consejo de administración de OpenAI tras un desacuerdo sobre el rumbo de la organización.
La tensión entre Musk y OpenAI escaló drásticamente en marzo de 2024, cuando el magnate interpuso una demanda formal contra la compañía, extendiendo las acusaciones a Microsoft, que se había convertido en un socio clave de OpenAI.
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