Con el estreno de la película Oppenheimer, dirigida por Christopher Nolan, el director destaca la noción de responsabilidad en el progreso técnico mientras cuenta la historia del desarrollo y explosión de las primeras bombas atómicas en la Segunda Guerra Mundial, detallando que ahora el ser humano debe hacerse responsable por lo que hacen las herramientas, específicamente hablando de las Inteligencias Artificiales.

Recordemos que el 16 de agosto de 1945 se registró una enorme explosión en Hiroshima, provocada por Little Boy, la primera bomba atómica usada en un conflicto armado por Estados Unidos, seguida de una más poderosa el 9 de agosto de ese mismo año en Nagasaki.

Producto de ambas bombas, perdieron la vida aproximadamente 220,000 personas en los minutos posteriores, sin contar a los que habían resultado heridos o morían por consecuencia de la radiación.

El objetivo en ese momento era obligar a Japón, aliado de Alemania, a que se rindiera, y gracias al poder destructivo de ambos dispositivos, se logró. Estas bombas tuvieron origen en el Proyecto Manhattan, dirigido por el científico que demostró también la existencia de agujeros negros, Julius Robert Oppenheimer.

La importancia de ser responsables

De acuerdo con Nolan, la película más que ser un biopic del personaje, es un material que cuestiona el progreso técnico y sus consecuencias, pues sigue la carrera de Oppenheimer como el hilo conductor entre la dualidad del descubrimiento científico y su aplicación, pero también consideran do la noción de responsabilidad.

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