Negar la evidencia científica sobre el cambio climático en pleno 2025 no es solo absurdo e irresponsable: es además una muestra descarnada de estupidez estratégica. Cuando la ciencia ya no deja espacio para la duda, con temperaturas récord, fenómenos extremos multiplicándose y glaciares desmoronándose a la vista de todos, persistir en el negacionismo climático es …