Todo el mundo empezó a especular sobre el precio del próximo iPhone desde hace unos días. Y no parece que haya límite superior en ese precio: se habla como mínimo de una edición especial del terminal por 1.000 dólares. John Gruber, desde Daring Fireball, "espera" que el llamado iPhone 8 cuesta hasta 1.500 dólares porque así Apple incluirá la tecnología más puntera en él.
Y estábamos acostumbrados a pagar 700, 800 o 900 euros por un iPhone, así que... ¿cómo podría sentar un teléfono que pase a costar casi el doble? Muchos medios se han lanzado a decir que un iPhone tan caro se va a vender igual, pero... ¿realmente estamos dispuestos a hacer ese desembolso? La respuesta no puede ser negativa ni positiva ahora mismo.
El enfoque es más determinante que el precio
El argumento que defiende que la gente no va a dudar en gastarse entre 1.000 y 1.500 dólares (o euros) en un iPhone es que éste va a ser la mayor evolución del dispositivo desde su modelo original. Introducirá nuevas tecnologías que en teoría han implicado un esfuerzo de ingeniería enorme. Y ese esfuerzo se va a notar en el precio.
Otros, sin embargo, dicen que un iPhone a este precio estará enfocado más bien a los coleccionistas, a los aficionados más acérrimos de la marca que van a querer este teléfono del mismo modo en el que quisieron un Mac 20º aniversario en su día. Pero en este caso habría muy pocas unidades, que buscarían …