Imagina por un momento a Harrison Ford corriendo detrás de un par de velocirraptores. ¿Te encaja? Al fin y al cabo, al actor tras Han Solo e Indiana Jones siempre le ha gustado la aventura. Pues al parecer, esta oportunidad estuvo sobre la mesa. Se hicieron pruebas y su amigo Steven Spielberg intentó convencerlo, pero al final algo no cuajó.
Corría el año 1981. Cuando Steven Spielberg estaba orquestando la creación de Jurassic Park, su ambiciosa adaptación de la novela de Michael Crichton, tuvo claro que el Dr. Alan Grant, el paleontólogo protagonista, le encajaba como un guante a Harrison Ford. Ya había satisfecho ese concepto de "héroe científico-aventurero", al fin y al cabo. Pero todos sabemos hoy que el actor elegido finalmente fue Sam Neill. ¿Qué sucedió? El piloto del Halcón Milenario tomó una decisión radical.
De Jurassic Park a Terapia sin filtro
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Según recoge Entertainment Weekly, así fue el rechazo de la oferta:
“Fui al departamento de arte y les pedí que hicieran una pintura fotorrealista de un T-Rex persiguiendo a Harrison y dos niños. Le envié la foto junto con el guión. Al día siguiente recibí una llamada y me dijo: 'No es para mí, amigo'. Ese fue el final de la conversación”.
Es más, según él, Sam Neill, quien terminó encarnando al Dr. Grant, lo hizo mucho mejor de lo que él podría haber logrado. Este tipo de honestidad es rara en Hollywood y muestra la humildad de …