Un hombre de Kentucky declarado clínicamente muerto despertó justo antes de que sus órganos fueran extraídos para su donación, desatando dudas sobre los protocolos utilizados en Estados Unidos para certificar la muerte en estos casos. Este inusual incidente plantea serias cuestiones sobre la precisión y fiabilidad de los criterios utilizados para declarar el estado de muerte cerebral en hospitales y redes de donación de órganos.Según leemos en ScienceAlert, el caso de Anthony “TJ” Hoover II, de 36 años, que fue declarado en muerte cerebral tras un paro cardíaco, se complicó cuando el personal médico observó signos de vida antes de la extracción de órganos. La situación generó un caos en el quirófano, obligando a los cirujanos a suspender el procedimiento de inmediato.Un fallo crítico en los protocolos de donaciónEl caso de TJ Hoover pone en evidencia las fallas potenciales en el sistema de donación y trasplante de órganos en Estados Unidos. Tras ser declarado en muerte cerebral, Hoover fue retirado de soporte vital y preparado para la donación en el hospital Baptist Health en Richmond, Kentucky. Sin embargo, en el momento previo a la intervención quirúrgica, mostró movimientos inusuales y lágrimas visibles, lo que alertó al equipo médico y obligó a suspender el procedimiento. Este caso fue denunciado en una carta de Nyckoletta Martin, quien trabajaba como preservadora de órganos para Kentucky Organ Donor Affiliates (KODA) y presentó el caso ante el Comité de Energía y Comercio del Congreso estadounidense.Casos como este no son comunes, pero revelan la necesidad de …