Da igual lo que haga. No importa si borra todas sus cuentas, sus redes sociales y sus
apps
. Si deja guardado su flamante smartphone en la mesilla de noche y lo sustituye por ese viejo móvil que lleva más de quince años echando polvo encima de una estantería. Si llega a la conclusión de que su información vale más que cualquier comodidad que ofrezca un dispositivo inteligente. No importa. Porque, cuando compra un coche, contrata un póliza de seguros o firma una petición en internet, está entregando sus datos. Y siempre se le podrá rastrear.Así lo ha demostrado un equipo de investigadores de la Universidad Católica de Lovaina y de la Imperial College London, que afirma que, aunque de que los datos de un usuario estén anonimizados (incompletos), no resulta difícil dar con la persona a la que pertenecen. Los especialistas sostienen en un estudio publicado en «Nature», que han conseguido estimar la probabilidad de encontrar a alguien que aparezca en una base de datos anonimizada. Para ello, han desarrollado un algoritmo.
«Si bien puede haber muchas personas de treinta años, hombres y que viven en la ciudad de Nueva York, muchos menos nacieron el 5 de enero, conducen un deportivo rojo y viven con dos niñas y un perro », afirma el autor principal del estudio, el doctor Luc Rocher de la Universidad de Lovaina, sobre lo sencillo que puede resultar localizar a una persona si se sabe seguir el rastro de sus datos. De este modo, …