Clint Eastwood es archiconocido por sus espectaculares westerns y por su faceta más moderna como director y actor en dramas de un nivel impresionante. Sin embargo, nunca quiso encasillarse, algo que le hizo ser bastante notable y tocar todos los palos, incluso hacer una película con un mono. Así, nos encontramos con que Eastwood es inclasificable, y hoy toca hablar de un drama de altura en el que comparte pantalla con el infravalorado Kevin Costner y Laura Dern, por lo que el casting no podía ser más increíble.Lo cierto es que nunca le había dado mucha importancia a esta película dentro de la filmografía de sus actores y debo reconocer que ha sido un gran error. Está muy bien y nos lleva de la mano por un drama con toques de road movie que le sientan espectacular.Un mundo que no es perfectoButch Haynes (Costner) es un asesino carismático, muy inteligente y al que no le tiembla la mano a la hora de acabar con sus enemigos. Por todo esto ha dado con sus huesos en la cárcel, pero no durará mucho ahí, ya que decide escapar con otro compañero. En el camino, cogerán como rehén a Philip, un niño Testigo de Jehová algo retraído. Para detenerle, Red Garnett (Eastwood) y una criminóloga (Dern) van a unir sus fuerzas y mentalidades para recomponer el puzzle que supone la fuga de estos maleantes. Pero la relación entre el niño y los criminales irá cambiando con el tiempo en una historia tan enternecedora …