El mundo ha cambiado. Vivimos en una realidad que nos exige a todos ser activos y tener un compromiso por crear una sociedad con valores. Esta responsabilidad hoy ya no recae sólo en las instituciones; las empresas y los líderes empresariales tenemos un papel muy importante en este esfuerzo colectivo y podemos empezar contribuyendo a la visibilización de los temas que preocupan a la sociedad de hoy.
La capacidad de abordar estos retos, exponerlos al debate público, e incluso iniciar un movimiento, -piedra angular de un cambio social-, puede nacer a partir de un «tuit». La revolución que permite Twitter en nuestra sociedad pasa por la conversación. ¿Por qué? Porque es la gente la que hace poderoso el diálogo en la plataforma, personas que con sus historias, sus pasiones y sus intereses hacen posible ese cambio que nos permite evolucionar como sociedad.
Quién puede, y en mi opinión debe, ejercer esta nueva influencia son los líderes empresariales y CEOs. La ciudadanía demanda ahora a las empresas, además de un buen producto o servicio, una responsabilidad corporativa con una clara implicación en las causas sociales más importantes. Según un estudio reciente de Harvard Business School, casi dos tercios de los encuestados han asegurado que prefieren que sean los CEOs quienes lideren el cambio de las políticas en lugar de esperar a los gobiernos.
Nos hallamos ante una nueva tendencia y la aparición de una nueva figura: el CEO comprometido, consciente, aquel que habla sobre cuestiones de política social y ambiental y …